En este noveno episodio de la serie #AskGlaston de templado plano, exploramos cómo optimizar la eficiencia energética en caso de cargas cortas.

En el templado del vidrio, la eficiencia energética depende a menudo de lo bien que se adapte el proceso a los patrones de producción del mundo real. Un problema habitual es que muchos procesadores de vidrio no siempre utilizan toda la longitud de carga de la línea de templado. Los estudios demuestran que hasta el 50% de las cargas pueden ser significativamente más cortas que la capacidad máxima de la línea. Con los enfriadores tradicionales, se utiliza la misma cantidad de energía independientemente de la longitud de carga real, lo que supone un mayor consumo de energía por metro cuadrado.

La respuesta de Glaston a este reto es Adaptive Quench, una solución de enfriamiento inteligente que ajusta automáticamente la sección de enfriamiento a la longitud real de la carga de vidrio. Cuando la carga es inferior a la máxima, el sistema reduce en consecuencia las áreas de enfriamiento y oscilación. Este enfoque de enfriamiento dirigido reduce significativamente la energía necesaria para el enfriamiento, sin comprometer la calidad del vidrio.

En resumen, la tecnología Adaptive Quench de Glaston permite un uso más inteligente de la energía en situaciones de carga corta, lo que ayuda a los procesadores de vidrio a reducir los costes y la huella de carbono, manteniendo al mismo tiempo una alta productividad.

¿Quiere saber más?

Compartir esta historia

Acerca del autor